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nº 2 · 2000

 

 

 

 

 

 

 

La forma en que una mujer vive la ciudad es distinta a la de un hombre, por lo tanto lo que percibe también es diferente

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las mujeres pensamos que nuestra participación a la hora de crear espacio va más por una intervención para conseguir una ciudad para vivir, que una ciudad que quede reducida a un lugar de paso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las mujeres tenemos que intervenir en los procesos de redacción de los Planes Generales que regirán el diseño de nuestras ciudades en los próximos años

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El objetivo era lograr una ciudad más segura, accesible y acogedora y potenciar la participación femenina en el urbanismo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un grupo de mujeres profesionales de urbanismo organizó un taller de participación al que asistieron representantes de más de 80 asociaciones de mujeres de Pamplona

 

 

 

 

UNA MIRADA DE MUJER PARA LA CIUDAD.

Pura Ramos

Pura Ramos. es arquitecta y miembro del Colectivo de Mujeres Urbanistas, una asociación que trabaja por incorporar las viviendas y necesidades de las mujeres al diseño de las ciudades y a la planificación urbana.

Las ciudades, en las que vivimos el 50% de la población, se convierten en telón de fondo, en un escenario al que te acostumbras, a fuerza de percibirlo a diario. Si no tomamos distancia o nos paramos a pensar que las cosas pueden ser de otra manera, o lo intentamos comparar con la realidad de hace unas décadas, no nos damos cuenta que muchas cosas han cambiado y se han convertido en cotidianas.

La percepción de esta realidad varía dependiendo de tu altura, de tu edad, de tus condiciones físicas, laborales, nivel cultural y también del género. Esto puede parecer extraño, pero la forma en que una mujer vive la ciudad es distinta a la de un hombre, por lo tanto lo que percibe también es diferente. Se trata pues de aprovechar esta diferente percepción fruto de una distinta relación con la ciudad, para mejorar ésta en beneficio de todos/as sus ciudadanos/as.

Hasta ahora, y mayoritariamente, son manos masculinas las que detentan el poder político, económico. La mujer ha tenido nula participación en estos aspectos, nunca se ha considerado que su punto de vista fuera importante y diferente, que pudiera tener algo que decir y aportar para el diseño de la ciudad, tampoco se ha tenido un conocimiento de datos desagregados y específicos sobre la utilización de la ciudad según el género. Unicamente se le ha relegado a intervenir en la decoración de su casa, pues ni tan siquiera ha podido influir en la concepción, distribución y diseño de los espacios de la vivienda pues primaban más los beneficios de las empresas constructoras a la hora de hacer viviendas tipo.

La mujer se ha incorporado de forma progresiva al mercado laboral pero sin desatender las labores domésticas: lleva y recoge los/as niños/as del colegio, realiza la compra diaria, acompaña a los/as abuelos/as al centro de salud, lleva a sus hijos/as a la piscina y al parque... Existen datos que avalan esta diferente dedicación del tiempo que emplea la mujer en el ambiente familiar frente al varón.

"A nivel estatal las mujeres dedican al trabajo doméstico 4 horas y 24 minutos diarios y los hombres 37 minutos, empleándolo fundamentalmente en el cuidado del coche, jardín o gestiones administrativas. (Aurora Justo: "La Planificación urbana desde la perspectiva de género. Por un derecho a una ciudad igualitaria". Julio 2000. Datos extraídos de la encuesta realizada en la C.M. con ocasión de la evaluación del II Plan de Igualdad.)

Por lo tanto, los recorridos que esta mujer realiza por el barrio y generalmente a pie o en autobús hace que día a día viva y perciba una infinidad de aspectos que no por cotidianos y habituales han de dejar de mejorarse o solucionarse.

La opinión de la mujer ha de tener cabida en el proceso de planificación. De nada nos sirven las frases rimbombantes y pretenciosas que aparecen en los planes generales y que nuestros políticos cacarean a los cuatro vientos, si luego se traducen en una segregación espacial y temporal de la urbe, con funciones específicas: trabajo, comercio, dormitorio, administración, deportivo, entre otros y todo entrelazado o, mejor dicho, fragmentado por infraestructuras que lo distancian, hasta hacerlo sólo accesible por medio del automóvil.

Magníficos centros comerciales que dicen ofrecernos de todo, o centros de ocio que la mayor parte de las veces se reducen a consumo, zonas residenciales dispersas donde el aislamiento es el elemento predominante, sin equipamientos, ni zonas comunes y que te llevan obligado a la utilización del automóvil para hacer cualquier movimiento.

Las mujeres pensamos que nuestra participación a la hora de crear espacios o mejorar los existentes va más por una intervención para conseguir una ciudad para vivir, que una ciudad que quede reducida a un lugar de paso, por la que desplazarse en vehículo particular perfectamente equipado, y a la máxima velocidad posible, para acceder a esos espacios cada vez más alejados. Ya sólo parece interesar el origen y el destino y no todas las demás cosas y relaciones que puedan ocurrir en el recorrido.

Las mujeres valoramos las calles y plazas como espacio de relación y socialización. Así antes, junto a sus determinaciones físicas, una serie de variables sociales contribuían a caracterizarlas. En la calle se jugaba, se "tomaba la fresca", se charlaba, se encontraban unos con otros de forma más o menos fortuita, se transitaba, se compraba, en definitiva era un espacio vivo y para la convivencia.

"Pero la ciudad nacida como lugar de encuentro y de intercambio ha descubierto el valor comercial del espacio y ha transtornado todos los conceptos de equilibrio, bienestar y convivencia." (F. Tonucci. La ciudad y los niños. 1997).

Cada vez es más marcada la separación entre el espacio público y el privado. El espacio privado, perfectamente equipado como una burbujita, con su aire acondicionado, calefacción, doble acristalamiento, puerta blindada, mirilla... que nos asegura y separa de ese otro espacio hostil, inseguro, ruidoso, contaminado, agresivo e invadido, que es la calle.

Para evitar esto queremos reivindicar:

- unas calles con una dimensión suficiente de acera por la que podernos cruzar con otras personas, donde haya arbolado y bancos que nos permitan pararnos a descansar, a charlar, unas calles donde las personas puedan caminar con tranquilidad, donde la iluminación sea adecuada al peatón no solo a la calzada pensada para el vehículo.

- unas calles donde el acceso a los autobuses esté bien pensado y permita una espera cómoda y las paradas estén próximas a los semáforos y pasos de cebra; donde los semáforos no estén siempre a favor del automóvil haciéndonos acelerar el paso pues el tiempo que nos conceden es insuficiente.

- unos cruces que no nos requieran el pasar por túneles peatonales con escaleras previas y recorridos siniestros que nos disuadan o imposibiliten hacer determinados recorridos.

- unos parques que sean espacios ricos, donde convivan los árboles, las plantas, la buena sombra, los bancos, las fuente, los diversos materiales en los pavimentos y acabados, en definitiva espacios que se dejen usar, que se puedan disfrutar, lugares de articulación del barrio, por los que se pueda atravesar como peatón o ciclista al realizar los desplazamientos.

- una ciudad que esté bien equipada, con comercios y dotaciones próximos a las zonas de residencia, donde los/as niños/as puedan ir solos/as al colegio.

Será pues importante devolver espacio al paseo, cuidar la dimensión y estado de las aceras, quitar obstáculos de las mismas, restringir la circulación motorizada por un buen número de calles, devolver las plazas a la gente, al ocio y al juego, crear más áreas de descanso y de encuentro, y como dice Tonucci "habrá mucho que hacer para que las ciudades recuperen su belleza".

Así pues las mujeres tenemos que aunar nuestras voces y esfuerzos y aprovechar todas las oportunidades de participación, como por ejemplo intervenir en los procesos de redacción de los Planes Generales que regirán el diseño de nuestras ciudades en los próximos años, logrando así ciudades para la igualdad y el disfrute de todos.

Son ya unas cuantas las experiencias de asociacionismo y participación llevadas a cabo por colectivos de mujeres en áreas relacionadas con la vivienda, el urbanismo, el transporte o la seguridad, con objeto de diseñar espacios menos opresivos para la mujeres.

A continuación describo algunas de estas experiencias recogidas por GEA21 en el "Documento sobre la inserción de la perspectiva de género en las políticas de urbanismo, vivienda, transporte y medio ambiente del Gobierno Vasco". Junio 2000.

Proyecto "Metrac". 1989. Toronto (Cánada).

Agentes Implicados: Comisión sobre la seguridad de la región metropolitana de Toronto, con participación institucional y de las organizaciones de base de mujeres locales.

Descripción: Las mujeres de Toronto decidieron racionalizar y ordenar en una metodología las condiciones necesarias y deseables para conseguir la sensación de seguridad y de autonomía en el uso de la ciudad por parte de las mujeres.

"Campaña contra el plan de remodelación del centro urbano de Birmingham". 1994. Birmingham (Reino Unido)

Agentes Implicados: Comisión de Mujeres del Grupo Popular de Birmingham. Iniciativa de "abajo a arriba", fuera del control de las autoridades locales. Organización comunitaria de base local.

Descripción: Se forma un grupo de mujeres contra el Plan de Remodelación del Centro Urbano de Birmingham con objeto de examinar como los problemas del centro urbano afectaban a la población femenina. Se realizó una consulta de 2.000 cuestionarios y un encuentro público. El objetivo era lograr una ciudad más segura, accesible y acogedora y potenciar la participación femenina en el urbanismo.

"Promocion de 25 apartamentos adecuados a las necesidades de las mujeres". Berkammen (Alemania). 1991.

Descripción: El ayuntamiento de Berkammen convocó un concurso público para el diseño de una promoción de viviendas cuyos objetivos fueron determinados de acuerdo con las necesidades de las mujeres. Las ganadoras fueron un equipo de mujeres.

"Las mujeres replanifican". Hamburgo ( Alemania). 1993

Descripción: La Administración central subvencionó un proyecto de remodelación de vivendas sociales. Urbanistas mujeres y usuarias de estas viviendas trabajaron juntas para adaptar su construcción a las necesidades de las mujeres y sus familias.

"La fabrica de chocolate". Berlín (Alemania). 1984-87

Descripción: Después de un largo proceso de planificación y negociación, los grupos feministas se hicieron cargo de los edificios de una sociedad inmobiliaria municipal. A partir de ese momento, mediante una serie de subvenciones, comienzan a realizar las labores de reconstrucción de un edificio que había sido utilizado por una pequeña fábrica de chocolate. Pusieron en marcha una guardería, apartamentos de diferentes tamaños, un café, una sala grande para diversos usos y espectáculos y las azoteas han sido aprovechadas como espacios verdes.

"Pamplona con ojos de mujer". Redacción de sugerencias para el Plan Regional de Pamplona en redacción. Pamplona 1.997

Agentes Implicados: promovido por la Concejalía de la Mujer y con la colaboración de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona. Colectivo de Mujeres Urbanistas. Más de 80 asociaciones de Mujeres de Pamplona.

Descripción: En el marco de la revisión del Plan General, un grupo de mujeres profesionales del urbanismo (Colectivo de Mujeres Urbanistas) organizó un taller de participación con el método EASW (European Awareness Scenario Workshops) al que asistieron representantes de más de 80 asociaciones de mujeres de Pamplona. Las mujeres opinaron sobre la situación del transporte, la vivienda o la seguridad de su ciudad y propusieron sugerencias para el Nuevo Plan General.

"Las mujeres seguimos el plan". Indicadores para la interpretación de la ciudad desde el punto de vista de las mujeres. Pamplona 1.998.

Agentes Implicados: promovido por la Concejalía de la Mujer y con la colaboración de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona. Colectivo de Mujeres Urbanistas. Más de 80 asociaciones de Mujeres de Pamplona.

Descripción: como continuación de la jornada "Pamplona con ojos de mujer", en esta ocasión, el tema propuesto fue definir indicadores urbanos que permitieran a las mujeres hacer el seguimiento de su ciudad y comprobar si las determinaciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y las intervenciones institucionales ayudaban a que la ciudad se situara más en las expectativas de las mujeres navarras o seguía con las tendencias negativas para su vida cotidiana. Durante la jornada las mujeres diseñaron una batería de indicadores que permitieron controlar cual es la tendencia de la ciudad en el futuro.

"Frauen-werk-stadt: un proyecto de viviendas realizado por y para mujeres". Viena (Austria).

El proyecto de 380 viviendas "Frauen-Werk-Stadt" será llevado a cabo en una zona de la ciudad diseñada exclusivamente por mujeres arquitectas y urbanistas dentro del Programa de Expansión Urbana de Viena. La iniciativa surgió de la Cooperativa de Viviendas del Sindicato de la Construcción, la única cooperativa vienesa dirigida por una mujer, con el apoyo del Ayuntamiento de Viena (1992-1997). Se trata de un proyecto por y para mujeres.