Organizaciones Cooperativas
nº 2 · 2000
Las mujeres aragonesas han encontrado en la fórmula cooperativa una de las más accesibles puertas al mercado laboral
Las posibilidades que el cooperativismo pone al alcance de las mujeres continúa encontrando serios obstáculos para conseguir su total despegue en Aragón
EL 76% DEL EMPLEO FEMENINO EN COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO SE SITÚA EN EL MEDIO RURAL
Según un informe de FACTA (Federación Aragonesa de Cooperativas de Trabajo Asociado), servicios, ocio y turismo son los sectores por los que optan las mujeres para crear su propio empleo utilizando la fórmula societaria
Las mujeres aragonesas han encontrado en la fórmula cooperativa una de las más accesibles puertas al mercado laboral. Crear su propia empresa, utilizando el modelo societario, se ha convertido en una garantía de empleo para este colectivo en una comunidad que como la aragonesa arrastra unas tasas de paro femenino que duplican las cifras del desempleo entre los hombres.
Así lo recoge un informe realizado por el Departamento de la Mujer de la Federación Aragonesa de Cooperativas de Trabajo Asociado, según el cual las 536 cooperativas de trabajo existentes en la Comunidad dan empleo a 3.540 mujeres, lo que supone el 35,50% del total de los 9.973 puestos de trabajo generados por estas empresas.
Especialmente significativo es el dato sobre la distribución territorial de las cooperativas. El 66 % de las mismas, es decir 354, están situadas en el medio rural. Todas ellas aglutinan un total de 6.482 socios, de los cuales 2.691 son mujeres. Esta cifra es más que relevante ya que pone de manifiesto que el 76% de las mujeres que han creado su propio puesto de trabajo a través de la fórmula societaria lo ha hecho en pequeñas localidades aragonesas. Un dato, que además de su importancia cuantitativa, tiene una destacado valor cualitativo, ya que la creación de cooperativas en el medio rural convierte a este tipo de empresas en un elemento que contribuye no sólo a favorecer el desarrollo económico y social de la región sino también a vertebrar su territorio y a garantizar el mantenimiento de la población en sus municipios.
Según los datos manejados por FACTA, existen en Aragón un total de 284 cooperativas que cuentan en su estructura con socias trabajadoras. De todas ellas, el 35% cuenta con una presencia mayoritariamente femenina, y a su vez, de este porcentaje el 15%, es decir 80 cooperativas, está formado exclusivamente por mujeres.
Los servicios sociales, el ocio y el turismo son los sectores por los que optan las mujeres para la puesta en marcha de su propia empresa. Con ello consiguen no sólo su incorporación al mercado de trabajo en unas localidades con escasas posibilidades de empleo sino que también crean medios asistenciales y actividades que favorecen la calidad de vida y garantizan el mantenimiento de la población en el medio rural.
El estudio de FACTA pone de manifiesto que el interés de las mujeres por el cooperativismo de trabajo se ha acentuado con el paso de los años. Así, según los datos más recientes manejados por la Federación, el 94% de los asistentes a las jornadas de orientación organizadas el pasado año por la Federación fueron mujeres y el 63% de los puestos de trabajo generados por las cooperativas creadas en 1999 están ocupados por este colectivo, un porcentaje que supone un incremento de tres puntos porcentuales respecto al año anterior.
Sin embargo, las posibilidades que el cooperativismo pone al alcance de las mujeres y el entusiasmo con que éstas han acogido la fórmula societaria continúa encontrando serios obstáculos para conseguir su total despegue en Aragón. Los problemas para encontrar financiación que permita materializar su proyecto empresarial así como la falta de ayudas y subvenciones específicas para las mujeres emprendedoras, similares a las que ya existen en otras comunidades autónomas, frenan el desarrollo del espíritu emprendedor de las mujeres que se arriesgan en la creación de una cooperativa de trabajo.
Ante esta situación, la Federación Aragonesa de Cooperativas de Trabajo Asociado defiende una serie de medidas encaminadas a facilitar la puesta en marcha de esta iniciativas. Entre ellas destaca la reducción de los costes sociales de la cooperativa de trabajo fundamentalmente en los supuestos de empleo intensivo en mano de obra y en aquellos que están ocupados en su mayoría por mujeres. Asimismo, FACTA aboga por una política de igualdad de oportunidades que "permita ampliar la cobertura de las medidas de conciliación de vida laboral y familiar de las socias trabajadoras de las cooperativas dado que en diversos supuestos no son consideradas beneficiarias de las mismas por no estar asimilada, con carácter general, la cooperativa de trabajo asociado a la empresa, en el sentido tradicional de la misma".
