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nº 5 · 2003

 

 

 

 

 

 

Reseña:
Persépolis

Marjane Satrapi
Editorial NORMA

Cada cierto tiempo, el mundo de la narrativa gráfica tiene que dar la bienvenida a una pequeña obra maestra que viene a recordarnos el gran potencial de la historieta como medio de expresión. Éste es el caso de PERSÉPOLIS, de Marjane Satrapi, una autora iraní que ha elegido la crónica autobiográfica como vehículo para su denuncia social del régimen que la obligó a abandonar su país.

PERSEPOLIS, es un relato sencillo y ameno, pero al mismo tiempo devastador. Sencillo y ameno porque nos cuenta la historia reciente de Irán a través de los ojos de una niña de diez años que va creciendo durante los tres números que existen actualmente y que de momento forman la serie del comic, y devastador porque carga contra las injusticias del fundamentalismo islámico como pocas veces se ha hecho.

Y no lo hace desde la demagogia a la que nos tiene acostumbrados últimamente los medios de comunicación, sino desde un testimonio de primera mano, auténtico y honesto, que permite al lector formarse una opinión por sí mismo. La inteligente narración de Satrapi se combina a la perfección con su brillante sentido del humor, tejiendo una tela de araña que atrapa de principio a fin. Su arte simple y minimalista de contrastes entre el blanco y el negro se pone al servicio de la historia y acaba resultando efectivo y contundente.

Según palabras de la autora: “quería reflejar que cuando llega una revolución, la gente es como un niño, no comprende todo lo que pasa, se limitan a vivir el momento y seguir”.