Organizaciones Cooperativas  

 

volver al sumario
nº 5 · 2003

 

El reto de ser mujer inmigrante.

Federación Aragonesa de Cooperativas de Trabajo Asociado (FACTA)

FACTA propone al gobierno dos acciones para fomentar la inserción laboral de este colectivo, uno de los más perjudicados por las injusticias de un mercado implacable

Si bien es cierto que en los últimos 50 años se ha producido un lento pero continuo proceso de reconocimiento de derechos y libertades en la vida social, política y laboral de la mujer, hoy en día nos seguimos encontrando con cifras de desempleo femenino que duplican las del masculino y las mujeres siguen encontrándose con graves dificultades para acceder a un puesto de trabajo en condiciones de igualdad.

Si uno de los colectivos más afectados por las tasas de desempleo es el femenino, esta situación se agrava especialmente en el caso de las mujeres inmigrantes, cuyas posibilidades de acceso al mercado laboral se reducen todavía más por diferencias culturales, de idioma o por una inadecuada cualificación profesional. Así, en la práctica totalidad de los casos, estas mujeres se ven inmersas en la economía sumergida, lo que agrava más su situación de marginación social.

La inserción social exige, por supuesto, una inserción laboral y dadas las dificultades que estos colectivos tienen para encontrar un trabajo por cuenta ajena, el autoempleo, y concretamente el autoempleo cooperativo, se convierte en una alternativa que, por sus características, facilita el acceso de estos colectivos al mercado laboral.

Dado el importante crecimiento que ha experimentado la presencia de la mujer en cooperativas y la creación de empresas constituidas mayoritariamente por mujeres, FACTA dispuso en el artículo 54 de sus Estatutos la creación del Departamento FACTA-Mujer con el objetivo de impulsar y apoyar la incorporación de la mujer al mundo laboral en condiciones de igualdad.

Dentro de este Departamento, FACTA ha diseñado un proyecto, a desarrollar dentro del programa de colaboración con el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), que pretende la inserción laboral de mujeres inmigrantes a través del autoempleo, así como la legalización de actividades proclives a la economía sumergida. Con estos objetivos se plantean dos acciones diferenciadas pero íntimamente relacionadas; en primer lugar, un proyecto inicial de análisis sobre el cual se estructurará posteriormente un programa de inserción que, utilizando la fórmula cooperativa, permita la incorporación de este colectivo al mercado laboral.

Con este proyecto, FACTA quiere realizar un estudio sobre las características de la población inmigrante femenina en Aragón, en el que poder determinar sus necesidades de capacitación formativa y lograr el objetivo último de su integración laboral por medio del autoempleo.

Por otra parte, los resultados del análisis servirían para promover y constituir una cooperativa de trabajo asociado en el sector de los servicios a las personas, que permitiría la incorporación como socias trabajadoras a mujeres inmigrantes o con riesgo de exclusión.

El proyecto se configura como un proceso coordinado de información, formación, orientación y asesoramiento dirigido a los colectivos antes mencionados. El propósito es apoyarles en el proceso de inserción, siendo las propias beneficiarias quienes asuman de modo activo su propio itinerario de inserción.

Se parte de la necesidad de una formación adecuada que potencie las posibilidades de creación y mantenimiento de un puesto de trabajo propio. No solamente se trata de acercar el empleo a este colectivo, sino de ofrecerle formación para el desempeño cualificado del puesto de trabajo que van a desarrollar. Por eso, se incluye en esta acción una fase previa de formación que, abarcando aspectos culturales y profesionales, adapte a las beneficiarias del programa al entorno en el que van a desarrollar su actividad profesional.

Tras esta primera fase de formación, se realiza el proceso de selección de un grupo promotor, en función de la motivación y capacidad de las participantes. La integración de un colectivo de trabajadoras en una cooperativa requiere la aceptación y respeto a un sistema diferenciado de gestión, donde necesariamente deben integrarse conceptos de participación, compromiso y solidaridad. Ello implica, para quien no ha participado en ninguna experiencia cooperativa, un cambio de mentalidad, debiendo integrar su percepción laboral en el entorno empresarial y de compromiso societario. Por todo esto, a este grupo se le proporcionaría una formación que le capacite para el desempeño de la actividad empresarial prevista.

La creación de la empresa tiene que contar, además de con la voluntad e implicación de las promotoras, con la valoración estratégica y económica del proyecto. Por eso, superada la fase de formación, FACTA facilitará el apoyo técnico necesario para realizar el análisis de viabilidad socio-económica que proporcione la base definitiva sobre la que adoptar la decisión última para la creación de la cooperativa, así como el asesoramiento para la constitución de la misma.

Una vez constituida la empresa, FACTA proporcionará asistencia técnica a las emprendedoras durante el primer año de funcionamiento para facilitar la consolidación del proyecto.