Panorama


DIFERENCIA O DISCRIMINACIÓN.
Una análisis de la situación de las mujeres en el mercado de trabajo español y el impacto de las tecnologías de la información. Cecilia Castaño, Carlos Iglesias, Elena Mañas y Mario Sánchez-Herrero Edta: Consejo Económico y Social, Madrid, 1999.


Este libro contiene los resultados de una investigación dirigida por Cecilia Castaño Collado, Catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, para el Instituto de la Mujer. La principal conclusión obtenida es que, en los últimos diez años (1987-1997), las mujeres españolas se han adaptado claramente a los nuevos requerimientos del sistema productivo, porque están superando con rapidez ciertos condicionantes que contribuían a la desigualdad laboral de sexo. Su participación laboral aumenta y se hace más estable e independiente de matrimonio y maternidad. Paralelamente, el aumento de la oferta de servicios sustitutivos de trabajo doméstico contribuye a mejorar el grado de compatibilidad entre tareas domésticas y trabajo de mercado. 

Las mujeres se ubican mayoritariamente en las ramas de servicios, principal fuente de creación de empleo y la evolución de la estructura de ocupaciones coincide con la posición femenina en su distribución. Sin embargo, la flexibilización del mercado de trabajo afecta preferentemente a la mano de obra femenina.

Actualmente, las mujeres jóvenes invierten en educación más que los hombres, lo que incrementa su productividad. Sin embargo, aunque las mujeres presenten mejores credenciales educativas (estudios terminados) que los hombres, todavía se las relega a las ocupaciones indirectas frente a las directas, especialmente a las consideradas subalternas y menos cualificadas.

Para finalizar, la difusión de las tecnologías de la información en nuestro país favorece, en general, la participación laboral de las mujeres, que se incorporan a actividades productivas y a ocupaciones tradicionalmente consideradas masculinas. Sin embargo, las mujeres todavía se concentran en los sectores de servicios más que en la industria y, aunque aumenta considerablemente el número de mujeres profesionales y técnicas, su acceso a los puestos directivos es mínimo.